La calle llama a repensar la izquierda

La movilización ciudadana con nuevas formas de organización supone una oportunidad y un reto

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X Asamblea Federal de IU

Se celebra en Madrid del 14 al 16 de Diciembre de 2012. Pincha aquí para ver sus documentos e información.

Enmiendas

En el blog encontrarás algunas aportaciones al debate de la X Asamblea Federal de IU que puedes utilizar si te parecen interesantes.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Madrid necesita otra izquierda

Madrid es hoy el epicentro de la movilización social al sur de los Pirineos: la cuna del 15-M y el 25-S, el escenario de las mayores protestas sindicales, las aulas en las que nació la Marea Verde y las primeras calles que cortó el funcionariado. Lo es por lógica, por su tamaño y su centralidad, por acoger las principales instituciones públicas y privadas (ay, Bankia de mis amores), pero también por tener un gobierno autonómico que es el primero de la clase y machaca todo lo público. Afortunadamente, con respuesta.

El exilio vallisoletano hacia Madrid es grande. Y me duele ver a familiares y amistades volcados en las calles madrileñas y que, sin embargo, sienten lejanía hacia IU y la votan con la nariz tapada, en el mejor de los casos. Cosa que no les ocurre en su patria chica. En Valladolid, y prácticamente en cualquier lado, a ningún portavoz de IU se le ocurriría decir que la gente que toma las plazas con sus reivindicaciones está privatizándolas. Nadie llamaría matones, chulos, ni nazis a las personas que increpan a alguien como Gallardón, porque una cosa es no compartir las formas y otra es sentir más empatía hacia cualquier político que hacia la gente de a pie. Pero no es cosa soalmente de declaraciones desafortunadas: yo creo que en ningún otro lugar se habría tenido a alguien de IU en el consejo de una entidad como Caja Madrid si no es para ser un caballo de Troya. Y mucho menos le habría permitido seguir sentado allí cuando pasó a ser Bankia, codo a codo con Rato o aupando a Goirigolzarri. En el resto de lugares pasa lo contrario: son los constructores los que nos llevan a los tribunales por no dejarles hacer a su antojo, son los equipos de fútbol los que se cabrean porque nos opongamos a sus pelotazos.

Juan Carlos Monedero, profesor de mi facultad, habla de ello en un vídeo en el que, como yo, desea que IUCM cambie. Este fin de semana tienen su Asamblea Regional y en ella se juega la credibilidad de IU, no solo en Madrid. Seguramente, sin un cambio será imposible que IU juegue un papel decisivo para articular una confluencia con todo lo que se está moviendo, y que es imprescindible para construir desde abajo un nuevo proyecto de país para la mayoría social. Y no es un cambio de personas lo que hace falta: es un cambio de cultura política, de la manera de estar en la calle y en las instituciones, de actitud y de discurso.

Por eso, me alegré de ver en el blog de Curro Corrales que Tania Sánchez y Pepa Merín habían presentado un manifiesto cargado de contenido, volcado hacia fuera y que, sobre todo, es coherente con la acción que ellas y otra mucha gente desarrolla día a día. Espero que sirva de inspiración para quienes este fin de semana tienen buena parte del futuro de la izquierda en sus manos.

10 IDEAS DE IU PARA MADRID

1.- Vivimos un momento de excepcionalidad.
La gravedad de la crisis social, económica y política desatada en 2008 y profundizada en el último tiempo nos hace conscientes de vivir un momento de absoluta excepcionalidad, ante el que no podemos dar respuestas ordinarias. El ajuste duro sobre los salarios y los recortes en derechos y servicios públicos están poniendo en duda las bases mismas de nuestra democracia, ya no se dan las condiciones materiales para las políticas de pacto social como garantía de la cohesión de nuestras sociedades

2.- La crisis no es sólo económica y, en la política, asumimos nuestros errores.
La contestación política y social a la brutalidad de esta crisis no es patrimonio de las organizaciones tradicionales de izquierdas: vivimos un momento de repolitización social en nuevas expresiones, que está denunciando no sólo las medidas actuales de austeridad, sino también el modelo político instaurado desde la transición. Muchas de sus propuestas son coincidentes con lo que siempre ha defendido IU, y, sin embargo, las estructuras de IU están al margen de esta explosión política. Aprovechemos las coincidencias para cambiar el rumbo y atajar la distancia entre nuestra organización y el potencial de este momento político.

3.- Madrid en el centro de la propuesta y la acción.
La “bonanza económica” en Madrid ha estado asentada sobre la expansión urbanística sin freno ni criterio de sostenibilidad alguno, y la venta de los servicios públicos. Todo ello a costa del endeudamiento, de las arcas públicas y de las economías familiares, para lo que ha sido imprescindible la bancarización y control político de Caja Madrid. La ‘cara B’ del modelo está emergiendo ahora con toda su crudeza: desempleo, precariedad, impactos ambientales irrecuperables, hundimiento del tejido productivo, o el drama cotidiano de los desahucios…

Esta es la realidad hoy, pero no hace tanto Madrid se veía así misma como la locomotora económica capaz de distribuir la riqueza para una vida más libre y mejor. Esa visión, compartida por amplias capas sociales ha permitido el respaldo mayoritario a los gobiernos del PP. Debemos reconocer que en 2003 el PP no sólo ganó las elecciones comprando diputados corruptos, sino que inició la mejor de sus victorias, la batalla crucial, la de la hegemonía.

Desde Madrid, con sus instrumentos de poder económico y mediático, se ha construido la ficción de una identidad nacional donde Madrid es la punta de lanza de un estado centralista, que en su lucha contra las periferias nacionales, olvida atender a sus ciudadanía. Si ésta ha sido la apuesta del PP para Madrid, queremos inaugurar un nuevo tiempo para esta región, en el que la prioridad es el bienestar de sus gentes, de la diversidad de sus municipios y barrios, y la reconstrucción de esa identidad castiza de acción popular y espacios comunes en las que  integración de nuestra diversidad es el eje de una identidad propia que no confronta con ninguna periferia, sino que será piedra angular para la reconstrucción de un proyecto de país plural, federalista y solidario.

4.- El territorio, centro de la acción política.
La cada vez más amplia demanda de más y mejor democracia, y la vinculación territorial que está adquiriendo la defensa de los servicios públicos fundamentales, nos obliga a reforzar la acción política en el territorio. Barrios, pueblos y ciudades de esta comunidad van a ser el terreno de lucha y organización política en los próximos tiempos.

En este objetivo es donde enmarcamos la acción de nuestros concejales y concejalas y la apuesta por el municipalismo, y por frenar el desmantelamiento de la democracia local que ha iniciado el PP. Defender la acción municipal y la autonomía de los gobiernos locales, es defender la democracia que más directamente puede ejercer la ciudadanía y la construcción de poder popular.
En este marco, dos ejes están pendientes de mejorar nuestra acción política: la articulación de la acción política en la ciudad de Madrid con una coordinación efectiva entre asambleas de distrito y el grupo municipal, y el apoyo a los pequeños municipios donde nuestra organización empieza a ser un referente imprescindible. 

5.-Aspiramos a más.
En el escenario social y político descrito, Izquierda Unida ha tenido en las últimas citas electorales resultados que nos han permitido salir de un largo periodo de incertidumbre, y consolidarnos como una herramienta imprescindible pero aún insuficiente para la construcción de una alternativa de mayorías sociales capaz de derrotar electoralmente lo que ya agoniza políticamente. Para afrontar este reto con éxito, no es el camino las operaciones extramuros o intramuros que atomicen la capacidad de acción de la izquierda, sino la convergencia con la sociedad hoy movilizada en espacios de acción conjunta, que traduzcan el descontento y la indignación en poder político.

6.- Hay alternativas.
La definición que más se ha oído en este tiempo de la crisis, es que no es una crisis sino una estafa. Explicar a qué nos referimos con esto, es la base para demostrar que hay otras salidas posibles enfocadas al bienestar general. El capitalismo no resuelve sus crisis, sólo las desplaza. La crisis del sistema financiero ha desplazado el problema económico de la banca a las arcas públicas, nos hemos hecho cargo entre todos y todas de las pérdidas cosechadas en la economía de casino para seguir garantizando la máxima de la banca siempre gana.

Apostamos por plantarnos ante la deuda. Las apuestas ciudadanas por auditar la deuda pública, negarse a pagar la ilegítima y hacer una moratoria de la restante recuperando la prioridad por el bienestar colectivo y la inversión que nos permita salir de la crisis, son el camino para recuperar soberanía, reconquistar derechos y relanzar la economía, como hicieron países latinoamericanos en la década pasada.

7.- Ética y coherencia, principios irrenunciables.
Si alguien dice que IU es como el resto de fuerzas políticas miente, pero si nosotros y nosotras pensamos que no hay nada que mejorar nos estamos engañando. Transparencia, ética pública y coherencia de acción y posición política son elementos irrenunciables en los tiempos que vienen y, por tanto, son necesarios mecanismos rápidos y efectivos ante cualquier sospecha de cualquier persona de IU.

Más y mejor democracia, unas finanzas limpias y transparentes en todos los aspectos, una organización porosa donde todo el que quiera participar encuentre la forma y el lugar de hacerlo, unos sistemas de votación y elección de dirigentes y cargos públicos más abiertos y democráticos, son ejes irrenunciables de un nuevo tiempo para IUCM.

8- Más mujeres, más feminismo.
A pesar de la labor de las mujeres de IU, a las que sólo debemos reconocimiento y respeto, hoy seguimos siendo minoría en la militancia, y manteniéndonos muy lejos de las esferas de poder político. Feminizar IU no sólo es cumplir con las cuotas que jamás se han cumplido al 100%, este tiempo será el de las mujeres en IU: paridad real en todos los ámbitos es el compromiso, pero lo más importante es una apuesta de futuro para generar las condiciones que permitan que esa paridad sea real en la militancia. Para construir la sociedad de mañana no podemos funcionar como ayer.

9.- No estamos solos, ni aspiramos a ser los únicos.
En IUCM no puede olvidarse la alianza histórica con el sindicalismo de clase, en él sigue actuando buena parte de nuestra base social, y junta a esta alianza hemos de impulsar redes políticas y sociales más amplias e inclusivas. Si somos capaces de construirnos como puente entre las diferentes formas de organización social y política, seremos verdaderamente útiles a la ciudadanía. Ni renegando de nuestra tradición, ni defendiendo corporativamente que nada cambie, seremos garantía de que la explosión política no acaba absorbida por apuestas populistas que no tienen en la transformación social su horizonte.

10.- No queremos resistir, aspiramos a vencer.
Ante el agotamiento del ciclo político se impone la imposición y el blindaje institucional, la represión social y la criminalización de la protesta, una forma de hacer política de imposición y blindaje institucional. En este escenario, no está garantizada una salida cierta, pero está abierta una brecha de oportunidad para reconfigurar las fuerzas electorales. Será éste el primer paso para un cambio en el poder y un cambio social. Son tiempos de astucia política, en los que debemos aspirar a ser mucho más que la tercera fuerza política de Madrid. Es el momento de aspirar a ser un referente imprescindible en la traducción de la indignación social en poder político.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Íñigo Errejón: Una primera lectura del 25N (desde Madrid)

Tras publicar el lunes un primer comentario sobre las elecciones catalanas, mi intención era haber entrado en otras reflexiones al respecto. Reconozco que escribí y borré una decena de veces hasta desistir. Afortunadamente, ha llegado una mente joven y brillante como la de Íñigo Errejón para incidir con acierto en algunas de las ideas que yo solamente barruntaba. Las expone en Diagonal bajo el título de "Una primera lectura del 25N (desde Madrid)".

En primer lugar, sobre el fenómeno del soberanismo y la visión reduccionista que en ocasiones hemos dado desde la izquierda, como una operación para tapar los recortes sociales comenta lo siguiente:

"El proceso político abierto en Catalunya, constituyente en un sentido, y el decantamiento de una mayoría en favor de la activación del derecho a la autodeterminación no puede ser, ni por su genealogía ni por sus dimensiones o heterogeneidad, obra de ningún “empresario político” ávido de exaltar sentimientos primarios en las masas para conservar el poder. Esta estrategia puede darse, pero es subalterna de un fenómeno político más grande y de más largo recorrido, que supera los intentos de monopolizarlo electoralmente. Por si acaso, la atribución de un contenido intrínsecamente conservador a todo nacionalismo/independentismo –o politización de un sentimiento de pertenencia nacional– es empíricamente insostenible con una rápida mirada histórica y geográfica. Es además políticamente estéril, pues no comprende la contingencia que preside la construcción de identidades políticas, y olvida hasta qué punto las identidades nacionales son susceptibles de articularse con las más diversas ideologías".

En segundo lugar, sobre el fenómeno de las CUP y la duda que me planteaba el otro día. ¿En qué medida han logrado éxito por el dicurso independentista al calor de la ola soberanista? ¿En qué grado han conectado con sectores abstencionistas por un discurso de izquierdas más rupturista? ¿Qué importancia ha tenido su conexión con la movilización social y su práctica organizativa?

"La peculiar fórmula política de la CUP ha conjugado con inteligencia el músculo organizativo y la subjetividad de la izquierda independentista, condiciones necesarias pero no suficientes, con articulaciones con el variado tejido social contestatario y la adopción del lenguaje político y la centralidad de la aspiración de regeneración democrática fraguados en el 15M y las posteriores movilizaciones contra la crisis y destituyentes. No obstante, pensar esta fórmula en otros lugares de la península sacando de “la ecuación CUP” el factor de la identidad popular catalana y las posibilidades que ofrece para articulaciones amplias que trasciendan los círculos militantes; así como el de las ventanas de oportunidad específicas del más plural escenario catalán, es hacerse trampas al solitario: no hay traducción inmediata. Significativamente, las iniciativas políticas rupturistas gozan de mejor salud allí donde se desarrollan al calor de identidades colectivas territorializadas y relativamente comunitarias".

Por último, vincula el resultado a la crisis política a nivel estatal y habla de una doble fractura, la del modelo territorial y la del pacto social por la ofensiva oligárquica de las políticas de austeridad.

"Las dos fracturas, pero especialmente la nacional, han marcado estas elecciones, desgastando a los principales partidos del sistema y dibujando un escenario político más rico, más complejo y más conflictivo, en el límite del orden político de la Transición. Es bastante probable que el Govern que salga de estas elecciones no termine la legislatura, por sus dificultades para procesar al mismo tiempo el avance soberanista y la conflictividad social frente a la espiral deuda-recortes. En ese sentido, el proceso político catalán es indisociable de la crisis política del Estado español".

lunes, 26 de noviembre de 2012

Los pueblos no hablan

Las campañas electorales resultan tediosas para mucha gente no solo por ser machaconas y estar llenas de impostura, sino porque el objetivo último es reducir a una sola sigla la multiplicidad de preocupaciones (o ausencia de ellas) de millones de personas. Por ello, es enormemente complicado interpretar los resultados de cualquier proceso electoral, saber qué factores han provocado una debacle o qué propuestas son las que han catapultado a una determinada opción.

Sin embargo, es muy tentador caer en ciertas simplificaciones que atribuyen a una supuesta voluntad colectiva la confluencia de comportamientos individuales de lo más dispares. Por ejemplo, Isaac Rosa, certero como pocos en casi todos sus análisis, asegura hoy que "lo que una mayoría de catalanes dice no es que no quieran ser un Estado, sino que no quieren ser cualquier Estado". Ojo, que yo mismo seguro que he usado expresiones similares y las usaré en el futuro, pero dadme una colleja en ese caso. Porque puede valer como licencia, sobre todo en su caso, pero hay que tener mucho cuidado al explicar qué dice "el pueblo".

En cada decisión personal ante las urnas toca contrastar las propias ideas e intereses con la papeleta que contenga la proporción más ajustada de independencia, de recortes, de preocupación por los derechos sociales, de atención al medio ambiente, etc. E influyen factores menos mesurables como la simpatía o confianza que emana de las personas que encarnan dichas siglas, el castigo a otras fuerzas, la influencia del entorno personal, o el pie con el que se ha levantado cada cual ese día. Todo ello lleva a que miles de votos a una misma opción política respondan a múltiples motivaciones y explicaciones diferentes.

Tomemos un ejemplo que la mayoría de medios está ignorando: la entrada en el Parlament de las CUP. ¿Cuántos votos debemos atribuirle a su discurso independentista? ¿Cuántos a su perfil claramente de izquierdas? ¿Cuántos al hecho de ser algo que se percibe como nuevo y outsider? Y eso que hablamos de 125.000 votos y de una fuerza política que en principio no está llamada (y se ha autoexcluído) a participar en los grandes acuerdos de gobernabilidad. ¿Cómo piensan, entonces, las casi 500.000 personas que han votado ERC? Quizá haya exvotantes de CiU que han querido asegurar el proceso independentista por si se echaba atrás. O quizá haya también quien haya querido castigar la política antisocial del Govern sin frustrar las expectativas soberanistas. Pero puede que junto a esa gente haya otra que confiara en poder forjar otras alianzas o reeditar el tripartit. Y con toda seguridad habrá quien no se líe en tantas consideraciones postelectorales y vote ERC porque simplemente cree que es lo mejor y ya se verá qué pasa después.

Por tanto, erraremos si sacamos conclusiones acerca de si Catalunya ha votado o no a favor de la independencia, de los recortes o de cualquier otro asunto. Para eso existen los referendos, aunque no guste usarlos. Quien quiera validar hasta el último punto de su programa electoral o echar por tierra el del contrario según los votos a cada candidatura estará siendo ventajista.

¿Y todo esto qué pinta en un blog que se supone que habla de IU y sus retos de futuro? Pues tiene mucho que ver, e intentaré explicar po qué de manera esquemática para no enrollarme más de la cuenta:
  1. Porque es fundamental entender que la crisis política también está relacionada con la crisis de la idea de representación. En una sociedad con cada vez más información al alcance, cada vez genera más contradicciones la idea de que solo puede elegir entre un paquete completo de ideas y personas para hablar por ti cada cuatro años.
  2. Porque ello adquiere un mayor nivel de contradicción cuando una fuerza política se ve ante la tesitura de tener que llegar a acuerdos de gobierno con otras. No se trata ya de presentar una tras otra las propuestas de tu programa (dando por bueno que tus electores apoyan todas), sino de pactar un programa nuevo, con lo que cada vez estás más lejos de tus propios electores. ¿Significa eso que jamás se deba pactar nada? No necesariamente. Pero supone una exigencia mucho mayor si no se quiere perder el contacto con la base social.
  3. Porque hay que hacer un recordatorio permanente de que "tus" votantes no son tuyos. IU muy a menudo ha hablado de "voto prestado" al PSOE, como si en cada elección partiéramos del escenario que se plasmó cuatro años antes en las urnas y nada hubiera cambiado entre medias. En cada proceso electoral se empieza de cero. De hecho, la mejor prueba han sido los batacazos de las encuestas previas a las catalanas, que al fiarse de criterios de comportamiento de convocatorias anteriores han errado en la estimación. La situación social que hoy vivimos abre paso a lo impredecible, afortunadamente para IU. Pero para aprovechar el viento a favor debe dejar de pensar en lo electoral como hasta ahora lo hemos hecho.

viernes, 23 de noviembre de 2012

10 mensajes que la X Asamblea de IU debe lanzar a la sociedad



Nota introductoria: Las personas firmantes de este documento redactamos diversas enmiendas a los documentos de la X Asamblea que han tenido muy buena acogida en diversas asambleas territoriales. Ello nos hace estar esperanzados sobre su posible incorporación a los textos finales.

Dado que el  formato de enmienda es en sí mismo farragoso y que las  ideas fuerza que animaban nuestras enmiendas se encontraban dispersas en diversos documentos, nos ha parecido necesario hacer una breve síntesis de todo ello no ya como aportación formal al debate asambleario sino como elemento de clarificación y enriquecimiento del debate. De ahí han surgido estos 


10 mensajes que la X Asamblea de IU debe lanzar a la sociedad

1.- “Estamos a la altura de las circunstancias”
La gravedad de la situación social y la dimensión del reto de la crisis política del bipartidismo obligan a que esta no sea una Asamblea más de IU. No puede ser que la conformación de candidaturas para la nueva dirección o las diferencias entre sectores copen, una vez más, los titulares. No se trata de hacer poses de unidad de cara a la galería, ni de hacer tabula rasa con las legítimas diferencias u olvidar los errores propios y ajenos. Es cuestión de mantener una actitud integradora y leal, para que IU se vuelque hacia fuera y no pierda un minuto en cerrarse sobre sí misma.

2.- “Los buenos resultados obtenidos y las aún mejores expectativas no nos bastan”
El momento para IU es dulce: ha recuperado mucha presencia institucional y todas las encuestas auguran que la tendencia irá en aumento. Pero no estamos ante un momento cualquiera: el tiempo histórico ha cambiado, se ha acelerado. El bipartidismo se erosiona y la alternancia entre PP y PSOE parece agotarse. Pero la desafección con respecto a los dos grandes partidos no termina de canalizarse en torno a ninguna fuerza que se pueda erigir como alternativa. Que IU vuelva a los resultados de los años noventa es una buena noticia, pero es insuficiente para propiciar un cambio útil para la sociedad.

3.- “Vamos a dar un salto cualitativo en la convergencia social y política”
Mucho ha cambiado la situación desde la llamada en 2008 a la Refundación de la Izquierda. La actitud de apertura que IU asumió desde entonces ha dado resultados concretos (sobre todo en alianzas electorales en algunos territorios), y permitió converger de manera más natural con la movilización de la calle. El momento histórico y el clima social exigen sin embargo, algo más que la suma electoral de diversas izquierdas. Es necesario construir un nuevo instrumento social y político que aglutine una mayoría social y suponga un verdadero desafío al régimen neoliberal bipartidista. IU, por su peso y su bagaje, debe ser parte fundamental de ese nuevo proyecto, pero debe actuar con generosidad y sin voluntad de tutelarlo para conseguir la mayor suma.

4.- “Hacemos una apuesta concreta: la Alianza Social Europea”
No dejemos en el aire en qué se concreta ese nuevo instrumento social y político del que hablamos en los documentos. La primera parada electoral en este proceso debe ser una candidatura potente a las europeas en torno a puntos como la exigencia de auditoría de la deuda, el rechazo del pago de la deuda ilegítima, la conversión del BCE en una verdadera Reserva Federal, una política monetaria al servicio del crecimiento, el control democrático de las instituciones europeas y la apertura de un proceso constituyente para Europa, con la aspiración de ampliar esta alianza al conjunto del continente. Ofrezcamos ya a fuerzas políticas, organizaciones, movimientos y personas la posibilidad de elaborar conjuntamente esa candidatura y ese programa, de la forma más abierta posible, y diseñemos de mutuo acuerdo el proceso.

5.- “Vamos a empezar a construir ahora la sociedad del mañana”
No podemos confiar todo a una eventual victoria electoral. Hay situaciones a las que dar respuesta aquí y ahora y una verdadera transformación de la sociedad necesita del concurso de alternativas desde lo social. Por ello, IU y el resto de actores con los que converjan deben involucrarse en construir desde lo local iniciativas que permitan producir, trabajar, consumir y relacionarse de forma alternativa. Y debe organizarse para dar respuesta a inmediata y efectiva para garantizar el efectivo disfrute de derechos sociales básicos en peligro. Es una apuesta estratégica para alumbrar la sociedad que queremos construir.

6.- “Vamos a poner las instituciones al servicio de la gente”
Hoy más que nunca está claro el papel decisivo de la lucha social para hacer frente al desmantelamiento del Estado del Bienestar. Pero también hoy más que nunca la ciudadanía necesita una izquierda alternativa ambiciosa, que tenga como un objetivo claro romper el inmovilismo bipartidista y plantarle cara a la Troika desde las instituciones del Estado. La cuestión central no es un debate abstracto sobre la salida o no del euro: la cuestión central es conseguir un apoyo mayoritario de la ciudadanía para definir unas líneas rojas que en ningún caso vamos a estar dispuestos a traspasar ni por la estabilidad del euro, ni por los tratados de la UE ni por los dictados de la Troika.

Mientras esta nueva mayoría se configura en el Estado, IU, en el ámbito autonómico y local, debe tejer una alianza con la ciudadanía para ajustar la acción de los poderes públicos a las necesidades sociales y para sortear, por todos los medios posibles, las imposiciones legales del Estado y de Bruselas.

Por último, IU, en cada caso, ha de valorar cómo administra el depósito de confianza que le hayan dado los ciudadanos a través de las urnas. Pero en la administración de esta confianza, en la decisión de formar gobierno, articular una mayoría o formar parte de la oposición,  hoy, en el contexto de sufrimiento social exacerbado en el que nos encontramos, sólo hay un criterio aceptable: utilizar todo nuestro peso institucional para abrir el paso a nuevas políticas y minorar este sufrimiento. Las consideraciones partidistas, los juegos de estrategia, la política en minúscula, están - sobre todo en éstos momentos - totalmente fuera de lugar

7.-  “Vamos a abrir a la participación ciudadana nuestras principales decisiones”
Haremos un esfuerzo por abandonar las inercias partidistas habituales, desplazar la pugna mediático-institucional del eje de la acción política y situar en dicho eje una relación interactiva con la ciudadanía. La política debe ser un proceso en el que no nos limitemos exclusivamente a enunciar ideas y proyectos para recibir apoyo, sino que debe servir para construir y lograr objetivos concretos a corto, medio y largo plazo. Lo que IU hace, sobre todo en relación con las instituciones no nos preocupa y afecta solo a quienes pagamos las cuotas. Es hora de apostar por fórmulas como las primarias abiertas, los caucus, las asambleas ciudadanas periódicas o los referendos sobre decisiones de gran calado.

8.- “Nos vamos a exigir más en ética, transparencia y coherencia”
Si alguien dice que IU es como el resto de fuerzas políticas, miente. Si afirma que no tiene nada en lo que mejorar, se engaña. Estamos en las instituciones de otra manera y la gente debe saberlo: la transparencia nos ayudará a explicarlo y a afear la conducta de quienes no lo hagan. Y debemos generalizar la práctica que permita a IU y sus gentes vivir conforme a sus ideas: trabajar con software no propietario, contratar con quien produce de otra manera, llevar sus ahorros a otras finanzas. Por coherencia y por apuesta estratégica. 

9.-  “Vamos a ser más racionales, eficaces y flexibles”
Debemos ser capaces de dar respuestas más ágiles y aprovechar las aptitudes de nuestra gente. Debemos diferenciar entre organización y participación y jerarquías o formalismos injustificados que nos impiden actuar a la velocidad que los tiempos nos exigen.  Son necesarios órganos de coordinación más reducidos y en los que los debates se ordenen de una manera práctica, donde sea posible exponer todas las posiciones pero imprescindible obtener conclusiones de síntesis. Aprovechar las posibilidades de las nuevas tecnologías para agilizar las decisiones del día a día y a la vez hacerlas participativas. Generar redes que fomenten el intercambio de información y experiencias entre gente con similares aptitudes o necesidades. Adaptarnos, por tanto, a las nuevas formas de activismo y participación.

10.- “Vamos a feminizar la esfera pública”
IU tiene en su debe no haber avanzado lo suficiente en igualdad, a pesar de ser una organización pionera en el feminismo. Damos un paso más allá de lo que hemos conseguido por ley, exigiéndonos absoluta paridad y abriendo la reflexión sobre la participación, más allá de las cuotas. Porque para construir la sociedad del mañana no podemos funcionar como ayer.

        Eberhard Grosske                      Juan Peña                  Tania Sánchez


jueves, 22 de noviembre de 2012

Syriza o lo impredecible de la política

La Vanguardia recoge hoy una entrevista a Alexis Tsipras, cabeza visible de la coalición Syriza, que acude hoy a Barcelona a apoyar la candidatura de ICV-EUiA. Dice muchas cosas interesantes, pero alguna lo es especialmente para las reflexiones propias de la izquierda, ahora que todas las fuerzas de ese ámbito quieren ser Syriza o intentan identificarse con esa marca.

Asegura que en nuestro país se está aplicando una terapia de shock copiada del modelo griego y que eso le pasará factura a los partidos que la han aplicado, tanto PP como PSOE. Ante ello, el periodista le comenta que España no se ha visto surgir ningún nuevo partido como Syriza, ante lo que Tsipras responde lo siguiente:  
"Hace un año nadie pensaba en Grecia que Syriza tendría el momentum que tiene. Durante 38 años la izquierda en Grecia se había limitado a pedir un voto de protesta. Ahora pedimos un voto para gobernar. Descubrimos que el dilema central para la sociedad griega es el memorándum (el llamado rescate de la troika: UE, BCE y FMI). Así que somos como un surfista navegando sobre la ola. Izquierda Unida puede hacer lo mismo en España".

viernes, 9 de noviembre de 2012

Alberto Garzón: Réquiem por la socialdemocracia

Toca repetir autor, quizá por el lento ritmo del blog, o quizá por lo prolífico que es Alberto Garzón. Si el otro día destacaba su intuición política, a cuento del artículo de hoy en Público es justo hacer notar su gran conocimiento teórico en el campo de la economía y cómo lo sabe revisitar para explicar lo que pasa hoy en día. Y para darle, además, una traducción política que, de forma mucho más intuitiva, otros hemos apuntado: no hay vuelta atrás a un modelo socialdemócrata, de pacto social, de humanizar el capitalismo mediante un programa reformista.

Eso debe ser una línea de reflexión muy importante para IU en su Asamblea porque, en la práctica, el programa de IU sigue apoyándose en una salida estatal reformista a esta barbarie. No creo que haya que tirar el niño con el agua sucia, puesto que muchas medidas reformistas son imprescindibles a corto plazo para aliviar el drama que se está viviendo. Pero debemos tener claro que toca construir, desde ya, un modelo al margen del capitalismo, como propone Alberto.

"Este marco de libre competencia mundial trasciende a los Estados y, en consecuencia, anula de facto la capacidad de la socialdemocracia de poder enfrentar esa dinámica a través de la actividad parlamentaria. Es decir, incapacita a las instituciones estatales para domesticar el capitalismo. Cualquier intento de alcanzar a nivel estatal políticas reformistas conduce necesariamente a una pérdida de competitividad de las empresas nacionales, lo que se traduce en mayores tasas de desempleo. He ahí el actual drama teórico y la confusión ideológica de los partidos políticos socialdemócratas en toda Europa"